Como este blog se llama El Rinconcito, he decidido hablar sobre mi rincón favorito en diferentes pueblos y ciudades del mundo.
Para estrenar el blog, mi primera entrada va dedicada a Talayuela, mi pueblo.
Talayuela es un pueblo pequeño situado en el Noroeste de Cáceres, Extremadura. Tiene unos 8500 habitantes (2000 pertenecen a distintas pedanías) y más de un 28% de la población es extranjera, por ello es uno de los pueblos que goza de mayor multiculturalidad de toda España, ya que conviven 22 nacionalidades diferentes. Toda esta mezcla de culturas se debe a que el pueblo vive sobre todo del tabaco y mucha gente emigra para poder trabajar en los campos de cultivo.
Talayuela tiene muchas zonas verdes. Su Parque Natural, donde actualmente se esta trabajando en su reforma, esta lleno de animales: un oso, un acuario con los peces más típicos de la zona, diferentes aves... Cuenta también con un burro, especie animal que se encuentra en la actualiad en peligro de extinción.
En el año 2005 se inauguró un campo de golf, diseñado por Severiano Ballesteros, ya famoso en toda la zona por su gran extensión y por su lujoso hotel de 4 estrellas, situado en el propio campo.
A pesar de todos los rincones preciosos con los que cuenta Talayuela, definitivamente no me puedo decantar por ninguno. Os voy a hablar de mi momento favorito para estar en Talayuela. Estoy hablando del 25 de Abril, fecha en la que se celebra San Marcos, la fiesta por excelencia del pueblo. Durante esta época Talayuela se llena de vida, de color, de gente. Más de 6 casetas y decenas de puestos y atracciones inundan un descampado al que acuden cientos de personas para disfrutar de la música, de los diferentes concursos (de tiro al arco, de carteles...) de los distintos ejemplares de caballo...
La fiesta no solamente es durante el día, por la noche los jóvenes realizan una gran quedada en los aparcamientos para luego marchar a las casetas donde tienen diferentes tipos de música a gusto de cada uno para poder bailar.
El domingo algunas casetas se inundan de farolillos y de gente vestida con el traje típico sevillano bailando a ritmo de sevillanas.
Aunque en este caso no este hablando de un rincon concreto (no podría decidirme por ninguno, podría ser cualquiera siempre que mis amigos estuviesen allí conmigo) os quería acercaar a las fiestas de mi pueblo, por todos los motivos descritos antes y para que algún día os animéis a disfrutarlas y os gusten tanto como me gustan a mí.
Verónica.
ayyy que entrañable!! como te entiendooo (aun siendo de ciudad, me siento mas de pueblo que las amapolas!) meee gusta, me gusta!!
ResponderEliminarjuju, pues ya sabeis si os animais :)
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